miércoles, 4 de enero de 2012

Los niños son personas.

Parece obvio ¿verdad? Pues resulta que no es lo tanto, y la gente no siempre trata a los niños como al resto de personas.
Este medio día estaba yo a las puertas del supermercado debatiendo con mi hija si podíamos subir o no a casa a buscar a Mickey Mouse y a Oso (tengo la foto a la derecha del blog) para ir a comprar. Yo le explicaba que mejor entrábamos, comprábamos lo que necesitamos y ya otro día íbamos a la compra con Mickey Mouse y Oso, pero que subir y volver a bajar era bastante trastorno. La niña llevaba un berrinche bueno, y yo también, porque se acercaba la hora de comer, solo quería comprar unas cosillas de nada para el roscón que voy a hacer mañana y ya íbamos justas, y encima la pequeña iba corriendo de un lado a otro y yo detrás de ella mientras debatía con la mayor, pues si que iba un poco estresada. Pues en estas se acerca una señora, coge a la niña de la mano y le dice "te voy a llevar yo a mi casa, que yo soy más buena que tu mamá". Seguro que os suena esta escena, y digo yo... ¿Qué sentido tiene lo que hace esta señora? ¿Si estuviese yo discutiendo con mi marido, haría lo mismo? viene agarra a mi marido y le dice que se lo va a llevar a su casa que ella es más buena que yo, ¿interrumpiría una conversación/discusión de adultos para mediar? y lo que es peor, ¿la interrumpiría para decir una sopla****ez?
Es que de verdad que es algo con lo que no puedo, en general me molesta que le gente hable e interrogue a los niños sin conocerlos de nada, del mismo modo que me molestaría que me interrogara a mi una señora en la cola de la charcutería, pero que intenten mediar entre cosas que solo nos incumben a mis hijas y a mi, es que me pone de una mala leche. Los niños son personas, e invadir así su intimidad, agarrarlos sin conocerlos de nada, me parece de muy mal gusto. Y yo, para no ir regañando a todas las señoras y señores del pueblo, no hago otra cosa que ignorarlos, aunque alguna que otra vez algun@ se ha llevado una buena contestación, como uno que en medio de una pataleta de la niña me dice "eso una buena ost** y solucionado" al que contesté "es justo lo que me dieron ganas de hacerte nada más abriste la boca para decirlo". Ignorarlos es menos agresivo y más educativo para mis hijas que verme escupir sapos y culebras hacia un desconocido, así que seguiré haciéndolo así.

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