Carlos González. La danza de la vida

Esta tarde tuve tutoría con la maestra de mi hija, creo que la nombré en alguna ocasión, no es una maestra "típica" es una de esas maestras que se nota que sabe que podemos hacer las cosas mejor, es una de esas maestras que pone su granito de arena cada día para hacerlo mejor, es una MAESTRA con mayúsculas. Yo siento, no lo se, pero percibo, que las maestras y maestros son víctimas del sistema, como lo somos todos. Cuando hablo con nuestra maestra, me siento, no sabría explicarlo, en ese lugar donde no podemos avanzar más.

Estoy divagando... pero una se siente distinta, frustrada, confundida. Estamos dentro del sistema, podemos cambiarlo porque somos el sistema, pero resulta difícil, estamos un poco atados de manos, todos los que creemos en un sistema educativo distinto, los que creemos más en el aprendizaje que en la enseñanza, los que creemos que la educación es una cosa, y la enseñanza y el aprendizaje otra muy distinta, estamos atados de manos.

Yo "predico" en el desierto del patio de escuela, me oyen, tal vez me escuchan, pero desde luego me ven como un bicho raro, al punto que puedo decir, que no provoco simpatía en general en el desierto del patio. Podría contar mil y una, pero se que quien ha de entenderme, me entiende.

Hace unos tres meses compartí con vosotros este vídeo de Sir Ken Robinson. Y llevo unas semanas pensando que no le "doy caña" a la escuela, y no es que esté resignada, en absoluto. En la vida hay casualidades, y esta podría ser una de ellas, o no, o las cosas pasan por algo, quien sabe...  Llego a mi casa de la tutoría con la maestra, pensando en mis cosas, en la lectoescritura, en el nivel de los niños, unos van avanzados los otros "atrasados", en la proximidad de la primaria, en la próxima entrada al sistema de mi hija pequeña... Abro mi blog y descubro que en esa entrada, hay un comentario de Carlos González, en él  me deja un enlace a un vídeo de su intervención en TEDx CartagenaED , que yo ya conocía, y que aprovecho para compartirlo con vosotros.

El comentario que Carlos González me deja, no es más que carta de presentación, pero para mi es muy importante, que en mi blog, él se moleste en dejar esto, porque me da ese empujón para seguir predicando en el desierto del patio de escuela, me recuerda que no soy un bicho raro, que hay gente importante como él, que piensan lo mismo que yo, o yo pienso igual que ellos, y personas como él, dicen lo mismo que yo, mucho mejor explicado, desde luego, y hacen oír las palabras de todos los que pensamos que hay que cambiar, que hay que darle la vuelta, y me inspiran para seguir poniendo mi granito de arena y mi ilusión para mejorar.

No os perdáis el vídeo, sus palabras son inspiradoras, su menaje nos hace reflexionar, y nos anima a cambiar, y vivir en el sistema sabiendo que lo vamos a mejorar.

Gracias, Carlos González, tu comentario es lo que estaba necesitando para no venirme abajo en mi pequeña lucha. 

Con tu permiso voy a titular titular la entrada con tu nombre y tu danza de la vida.