Calabaza de Peppa Pig

Érase una calabaza fea, pero la más grande que teníamos. Para ser sincera, este año todas eran bastante feas, descoloridas. El caso es que había una niña que siempre pensaba que lo más grande es lo mejor, y quería esa calabaza.

Y es que la cara más plana de una calabaza es la que está pegada al suelo y esa siempre tiene menos color, si ya no eran muy coloridas, pues..., y si eres de complicarte la vida, como yo, pues eso, Peppa Pig debía ir en esa cara, y ahí fue. En la parte curva no se iba a ver bien.

Para hacerla hay que vaciar la calabaza y tener un dibujo. Yo calqué de un libro y luego hice más y más dibujos, hasta que di con la forma de que todas las partes se fueran a quedar sujetas a la calabaza.

Poner el dibujo sobre la calabaza pegado con celo, e ir punteando por donde hay que cortar, yo lo hice con una chincheta que es lo que tenía a mano. Esos puntitos harán de guía para el cuchillo, en mi caso uno chuletero, soy así de bruta jeje.

Así se queda... Y a cortar con cuidado y mucha  paciencia.

Algunas zonas no van cortadas hasta dentro, si no no se vería el dibujo tal cuál es. Yo fui raspando con el mango de una cucharilla.

No da ni pizca de miedo, tiene un color fatal, pero estoy muy orgullosa porque de verdad, de verdad, que me ha llevado unas horas hacer el dibujo y cortarla, y creo que Peppa Pig está muy lograda, y la calabaza, no la hemos fabricado, es la naturaleza que las da así.

Lo más importante, mi niña encantada... Por suerte la mayor me pidió una típica, la dibujó ella y yo la adapté a las posibilidades de un cuchillo chuletero.