Y ya puesta, le dedico esta entrada a mi primera maestra, que hoy tendrá (o tendría, no lo se) 95 años, por habernos castigado tantas veces por cosas como chillar, no prestar atención a lo que ella quería o levantarnos sin pedir permiso. Especialmente por aquel día en que nos castigó "por culpa" de Víctor, un niño que tenía el pelo liso, negro y que le olía a pasteles. Hace poco vi a Víctor con un niño con el pelo liso y negro. Me pregunto si él recordará aquel día en que miramos por la ventana como los niños de 5 años (nosotros teníamos 4) jugaban en el recreo mientras la maestra nos recordaba que nosotros no podíamos salir "por culpa" de Víctor, me pregunto si recordará que lloraba y si recordará que yo también lloré, no por el castigo, sino por verle llorara a él.
Se lo dedico también la profesora, de nuestra escuela, que el curso pasado no publicó en su blog un comentario mío. En el día de Paz y la No Violencia en la Escuela, ella puso un vídeo de la canción "Color Esperanza". Mi comentario fue "Me quedo con: saber que se puede, querer que se pueda" y se ve que no lo vio adecuado o se sintió atacada. Pues sigo quedándome con eso, sobretodo QUERER QUE SE PUEDA.
Se lo dedico al profesor que eliminó de su blog una entrada completa en la que yo puse un comentario, no me contestó, no me buscó en la escuela para hablar (cómo él mismo decía en su entrada que debíamos hacer los padres y madres). Un comentario dónde yo hablaba de emociones y sentimientos, de lo que es importante para los niños, pasando por encima de lo que es importante para padres y profesores.
A estos dos profesores se lo dedico especialmente, porque no me cabe duda de que mis palabras le remueven algo dentro, y de eso es de lo que se trata.
Se lo dedico al ANPA de nuestra escuela, por olvidarse de lo esencial y quedarse en uniformes, falsas igualdades entre los niños y apariencias. Y especialmente por aquellas risas afirmando que a los niños no les puede dejar elegir. Vosotros sois victimas del sistema, como yo en su momento, pero vosotros todavía no habéis despertado.
Se lo dedico a las madres de nuestra escuela, por no haber apoyado iniciativas que solo buscan el bien de nuestros niños, por el día en que afirmasteis que los niños son un arma de trabajo de los profesores, dando así a vuestros hijos la categoría de objetos del sistema. Por no ser capaces de organizaros para luchar por sus derechos y dejar que otros decidan, y más tarde agasajar a esas personas, solo porque en el fondo sentís que son superiores a vosotras.
Y cambiando el tono, se lo dedico a la profesora que me aprobó música en 1º de BUP, porque dijo que era un despropósito que gente con cero educación musical en su infancia, tuviese que saber aquellas cosas en su adolescencia. Por su frase "En la escuela de la vida, la música te va a acompañar y emocionar, que es lo más importante"
A la profesora de Educación Física que debajo de su máscara de ogro escondía una persona maravillosa capaz de escuchar y comprender los sentimientos de una adolescente.
Y a mi maestra Loli, por aquella vez que me chilló, yo tenía 6 años, y me pidió a la hora del recreo que esperase, me abrazó y me pidió perdón. Recuero su olor, el tacto de su piel y su pelo, y el de su chaqueta de lana.
Y a todos los profesores que supieron ver en mi, a una niña única e irrepetible, que me quisieron y me lo hicieron sentir, me besaron, me abrazaron, secaron mis lágrimas, curaron mis pupas, rieron conmigo, y compartieron más que conocimientos.
GRACIAS para unos, y NADA para los otros. Los que estáis a tiempo de cambiar del mundo, no lo dudéis, SE PUEDE!!!
(Muchas cosas de las que acabo de escribir me estaban reconcomiendo desde el curso pasado. Que a gusto me he quedado!!!)
Me ha encantado tu entrada, supongo que es por compartir muchos sentimientos hacia la comunidad educativa que se supone debe educar a nuestr@s hij@s (el mío tiene casi 5) de los que expresas. Prometo ver la película.
ResponderEliminarOle, ole y ole!!! Preciosa entrada.
ResponderEliminarGracias Eva, gracias por hacernos reflexionar.
Eva, me ha encantado tu reflexion, yo soy de familia de docentes y si te leyeran estarian de acuerdo contigo, depende de nosotros hacer un mundo mejor educando a aquellos que poseeran el mundo mañana
ResponderEliminarMe has sacado unas lagrimillas... Pero no de pena, si no de esperanza. Un abrazo grande!
ResponderEliminarMaravillosa entrada, no se si este tiempo casi otoñal que estamos teniendo nos estará trayendo cierta melancolía. Un abrazo y gracias por hacernos partícipes de tus sentimientos de los que muchos sacamos paralelismos.
ResponderEliminarQué buena reflexión. Claro que se puede!
ResponderEliminarmuy bien eva, tengo que mirar este documental, seguro que se puede!
ResponderEliminarSoy de lagrima fácil,siempre esperando la minima oportunidad para salir,de emociones a flor de piel y demasiado sensible, con coraza de acero,esta entrada me ha encogido el corazon,por la reflexion que haces,pero sobre todo por los recuerdos que me vienen a la mente y con el pasar de los años sigo creyendo y pensando en todas las cosas injustas que vi,y las buenas sorpresas que me lleve,quizá tambien muchos de todos los profesores que tuve en mi vida se merezcan una entrada especial en mi blog,como dona M. que tras cogerla en un renuncio, su mono italiano lleno de laca y que durante los cuatro anos de carrera estuvo igual,se convirtio en una verdulera despelucada.Sí, se merecen una entrada para que sepais como terminó todo,porque me entraron unas ganas increíbles de explayarme y quedarme a gusto.
ResponderEliminarQue alegría haberme topado con esta entrada. Explicas muy bien la dualidad del sistema. Soy maestra interina, hecho que ha provocado que pase por muchos centros.
ResponderEliminarEn ellos encuentras a maravillosos maestros y maestras que van cada día al cole con devoción y vocación, siendo conscientes de la enorme responsabilidad que conlleva pasar tantas horas en un aula con personas a quienes debemos proporcionar herramientas para ser críticas y reflexivas.
Pero también encuentras a docentes que se dejan llevar por la inercia del sistema, de la rutina, lo predecible.
Por suerte, creo que son muchos más los que van ilusionados a descubrir nuevas experiencias con sus alumnos. En los tiempos que corren se merecen un gran abrazo porque el sistema cada vez más aprietay asfixia y caminar contra corriente es más difícil. Pero los niños y niñas lo valen todo.
Gracias por tu comentario Sandra.
ResponderEliminarHoy cobra sentido de nuevo la actitud de los padres, con la huelga de mañana, que muchos no van a secundar por razones tan superficiales.
Y si, hay tantos profesores con ganas y motivación para hacerlo mejor, con ellos me quedo ;-)